Los países con alto riesgo sísmico trabajan en la creación, puesta en práctica y exigencia del cumplimiento de rigurosas normas de construcción que les permitan construir edificios y viviendas más resistentes y seguras ante fuertes movimientos telúricos.
El sector constructor ecuatoriano quedó marcado luego del terremoto del 16 de abril pasado, en el que muchas edificaciones en las provincias de Manabí, Esmeraldas e incluso en Guayas colapsaron, causando millonarios daños y más de 670 personas fallecidas. Para que esto no se vuelva a repetir y estar preparados ante futuros sismos, se creó la Norma Ecuatoriana de la Construcción (NEC-15), que en su capítulo 2: Cargas Sísmicas y Diseño Sismorresistente, expone y dispone los parámetros para construir casas y edificios más resistentes ante sismos.
La idea de que una vivienda sea sismorresistente es que pueda resistir las fuerzas verticales y horizontales que se generan durante un temblor, que soporten sismos de intensidad intermedia para que los acabados no sufran daños, aunque se deterioren las estructuras; también es necesario que soporten sismos de intensidad alta -en este caso- lógicamente se dañarían, entre otros, los enchapados que pueden ser reparados.
Para el Arq. Joan Proaño, Gerente General de la Constructora Proaño/Proaño, en nuestro país es factible construir viviendas sismorresistentes, pero para ello hay que tener en cuenta que la sismorresistencia tiene ciertos parámetros para que sea realmente efectiva.
Proaño indica que una vivienda puede ser sismorresistente si se cumplen tres condiciones:
- Antes de realizar un diseño sismorresistente, es fundamental que se efectúe un completo estudio de suelos.
- El diseño estructural debe ser realizado por un profesional que se rija a la NEC-15.
- Que el diseño estructural esté bien planteado, y en el momento de la construcción sea obedecido por quienes lo construyen, se cumplan todas las especificaciones que en ese diseño se contienen y se utilicen materiales de calidad.
“Sistemas y productos para lograr mayor sismorresistencia”
Siempre son importantes: la preparación del terreno, las excavaciones, los cimientos, las capas aisladoras, la mampostería, los techos, la electricidad, las obras hidráulicas y sanitarias, los cielos rasos, la carpintería… en fin, una extensa lista de exigencias cuya función, además de la apariencia estética final, es la de crear estructuras capaces de soportar los sismos.
El Arq. Joan Proaño comenta que existen varios tipos de sistemas, tecnologías y productos para construir una vivienda sismorresistente. En Quito uno de los sistemas constructivos más conocidos y aplicados es el que usa hormigón armado.
“Cualquier tipo de sistema constructivo es recomendable usarlo siempre y cuando sea bajo la supervisión de un profesional, con un diseño estructural empleando hormigón armado, estructuras metálicas, madera, estructura de caña guadúa, etc., deberá estar basado y cumplir todo lo dispuesto en la NEC-15”, indica Proaño.
Recomendaciones a profesionales y usuarios finales
El gerente general de la Constructora Proaño/Proaño da una valiosa recomendación a sus colegas constructores del país para construir una edificación sismorresistente, la misma que está basada en que nunca se debe construir sin la realización de un completo estudio de suelo, obedecer sin restricciones las especificaciones técnicas planteadas en el diseño estructural y usar materiales de alta calidad.
En el caso de los usuarios finales, para Proaño estos no se pueden desentender de su vivienda, ellos no deben contratar a personas con conocimientos empíricos para que armen su vivienda, para ser más segura debe estar construida por profesionales y que estos tengan una trayectoria que avale su trabajo.
¿Qué ofrece una casa con mayor resistencia a sismos?
El usuario final que tiene una casa sismorresistente gana mayor seguridad para él y su familia, con ello tendrá muchas más posibilidades de salir ileso o con vida luego de un sismo. También gana en el aspecto patrimonial, porque al tener una edificación con alta resistencia sísmica esta no se verá colapsada o en todo caso va a tener pocos daños”, finalizó Proaño.
