Por: Jorge Luis Lazo
Asesor Financiero
Los presupuestos suelen vivir entre la certeza de los gastos y la incertidumbre de los ingresos. Generalmente, las personas comienzan a la inversa, ya que primero definen lo que “debo gastar” y sobre eso, establecen metas de ventas. En el primer año, los gastos serán una variable en permanente ajuste; a partir del segundo año, estos valores se convertirán en gastos fijos, que no siempre se podrán cubrir con el giro natural del negocio.
Una forma más acertada de establecer un presupuesto es apoyándose en una optimización o estructura eficiente de gastos y en una adecuada política de egresos variables, basada en resultados de cumplimientos. De esta manera, su estructura fija permanecerá controlada y no crecerá desmedidamente por un incremento importante en ventas, pero volátil al mismo tiempo. También se debe tener alguna certeza de ingresos permanentes o clientes que se consideran como “fijos” y conocer los meses de mayor y mejor potencial de ventas. Con estas realidades, los aparentes excedentes de los meses pico le permitirán soportar los meses de bajos ingresos. Otra consideración importante es controlar el crecimiento de su empresa (concentrada en clientes por cobrar y en sus inventarios); el que deberá tratar de soportarlo con lo que su negocio genera mes a mes, mientras que el crecimiento en sus activos más relevantes (vehículos de trabajo, instalaciones, etc.) deberá sostenerse en flujos obtenidos a través de créditos de largo plazo.
Es importantísimo incluir en sus presupuestos el impacto del pago de impuestos, obligaciones patronales y obligaciones societarias. No olvide entonces:
1. Tener claro los gastos permanentes.
2. Tener una idea relativamente cierta de las ventas fijas y los meses de mayores ingresos y los de menores ingresos.
3. Generar una caja de ahorro para épocas de menores ingresos.
4. Provisione los presupuestos extra comerciales, fiscales, patronales y societarios.
Un presupuesto conservador le permitirá consolidar sus inversiones en inventarios y activos. Los primeros se sostienen en la capacidad de su negocio para generar caja operativa y los segundos en la de proyectar estabilidad financiera.
CLAVES DE ESTE ARTÍCULO:
1. Gastos permanentes versus ingresos inciertos.
2. Recursos producidos por el negocio versus recursos financiados
