El puente de Misicata busca facilitar la conectividad con el Sur y el Norte de la ciudad; además de ser un enlace con la vía Cuenca Molleturo – El Empalme, que une a las provincias de Azuay y Guayas.
La Parroquias de Baños y San Joaquín son las principales beneficiadas, cuya población asciende a 30 000 personas.
El puente tiene 30 metros de longitud con accesos hacia las avenidas Medio Ejido y Primero de Mayo, además de un redondel que optimizará la circulación vehicular y peatonal de esta zona. Su reconstrucción tuvo una inversión de alrededor de 1 millón de dólares.
Es importante acotar que el Puente de Misicata cumple con los estudios hidrológicos establecidos y tiene una durabilidad con proyección de 50 años.