Hace unos días vi como estaban haciendo la demolición de una estructura grande dentro de un terreno, lo que fue una mansión quedo en escombros en cuestión de 4 días. Vi el proceso porque todos los días paso por el lugar. En este caso, quien realizaba la demolición tuvo la suerte de que el terreno está cercado por un muro muy alto, de igual forma, se señalizó y se colocaron carteles y se delimitó con cintas de peligro un perímetro más amplio.
En casos de demoliciones, los riesgos son muy altos y no es solo cuestión de entrar a romper y destruir, sea con máquinas o, aún más riesgoso, hacerlo manualmente. Toda demolición debe realizarse posterior a un estudio estructural y con un plan de ejecución en el cual no se destruyan elementos estructurales que aguanten la edificación, si se hace esto, se corre el riesgo de que la estructura colapse antes de tiempo con consecuencias fatales para quien realiza el trabajo.
Los riesgos en una demolición son tanto internos, para las personas trabajando en la demolición, como externos para los alrededores y personas que transitan en el área circundante a la obra, porque por la naturaleza propia del trabajo, se pueden proyectar varios elementos que pueden causar daños. Para esto deben tomarse siempre medidas preventivas de tal forma que se salvaguarde la integridad física de los trabajadores, transeúntes y vecinos de la obra.
Dentro de la obra deben primar las protecciones colectivas como redes antiescombros, líneas de vida para que los trabajadores puedan ser rescatados en caso de un colapso estructural, delimitación de zonas de paso para que se sepa por qué áreas se puede transitar y por donde no, capacitación al personal e información publicada sobre los riesgos e instrucciones de trabajo.
Adicionalmente, en todo momento, deben tener sus equipos de protección personal como casco, botas de seguridad, chalecos, gafas, etc.
Para las áreas externas se recomienda que la obra este confinada, es decir que esté cerrada con un buen cerco perimetral que pueda soportar impactos de piedras y al menos un metro más alto que la parte más alta de la estructura a demoler. De igual manera, en días de trabajos críticos, se deben cerrar pasos coordinando con autoridades de tránsito o realizar los trabajos en horarios donde el trafico sea mínimo.
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