El proyecto arquitectónico es el resultado de una investigación documental y de campo, que se lo concibe en base a una planificación por etapas. Inicia con la programación, diseño, construcción, para su posterior ocupación y evaluación por parte de los usuarios. Cualquier ajuste, permite una retroalimentación en cualquiera de las etapas.
El concepto básico de un sistema, implica un orden en base a principios que los relaciona, la teoría sobre el enfoque de sistemas, por lo tanto, permite disponer las partes de un todo, de manera armónica para que se sostengan mutuamente.
El enfoque de sistemas en arquitectura, según Cymet, tiene como objetivo, concebir un sistema de información capaz de captar las necesidades reales de los usuarios y de todos los sectores afectados por el futuro edificio, y traducirlas en especificaciones generales de proyecto.
En la etapa de diseño, se consideran fundamentalmente los requerimientos de los usuarios, sobre aspectos de orden, psico-social biológicos y de gestión inherente a la característica del tipo de edificación (residencial, salud, educación, etc.). Posteriormente se identifican los componentes, dentro de los ámbitos funcionales y formales, los cuales van a configurar el objeto arquitectónico.
Sobre el ámbito funcional el objeto arquitectónico es un conjunto de sistemas, que a su vez se componen de algunos sub-sistemas, en donde se va a monitorear y evaluar la solución final, siendo los siguientes: infraestructura, estructura, superestructura, instalaciones y espacios.
Dentro del ámbito formal o morfológico se determinan los ambientes arquitectónicos, como resultado de un análisis cualitativo, se utiliza para recolectar información, técnicas como entrevistas, encuestas a usuarios. Sobre un análisis cuantitativo, para establecer dimensiones, superficies, volúmenes, ligaduras entre espacios, se realiza un estudio de caso sobre un modelo análogo y el empleo de normas arquitectónicas.
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