Por: Arq. Fabián Aráuz Docente de la Universidad de Guayaquil, Fac. Arquitectura
En la arquitectura del espacio interior residencial, previo al uso de materiales y su tendencia actual para recubrir pisos y paredes, se debe considerar un análisis. Se inicia en su estructura espacial, dispuesta en planos verticales (paredes y muros de carga), planos horizontales (pisos y losa) y particiones interiores flexibles (paneles y tabiques).
La búsqueda del material comienza mediante un concepto (idea), se coordina su instalación, la cual debe estar regulada por parámetros ambientales, que promuevan su buen uso y construyan ambientes que controlen parámetros de temperatura, humedad y luz.
Dentro de los requerimientos funcionales se generan límites que configuran tanto el espacio exterior como el interior en la vivienda, la edificación en obra en cuanto a la aplicación de un sistema constructivo tradicional (in situ) o industrial (prefabricado), lo cual se lo determina en base a la pertinencia, utilidad dentro del proyecto y en coordinación con el mobiliario de soporte o existente.
¿CÓMO ESCOGER EL RECUBRIMIENTO IDEAL?
Es recomendable realizar una combinación de materiales en base a criterios compositivos (unidad y contraste), fusión armónica, lo cual permite demostrar las características propias del material (rugosidad-textura), y posibles combinaciones con el acabado (color) en otros materiales. Siendo los siguientes:
Piedra (caliza, pizarra y granito): Pueden encontrarse en el mercado en su forma natural, o en tamaños estándares (azulejos).
Madera: Se la encuentra en forma natural o como madera contrachapada y tabiques aglomerados, también en pisos deck y pisos flotantes.
Metálicos (zinc, cobre, aluminio y acero): Se los pueden realizar como elementos de recubrimiento sobre otros elementos específicos de metal o sobre una estructura de madera o fibrocemento.
Hormigón (bloques huecos o macizos): En combinación con colores que se asocian al cemento en su forma natural.
PVC: Uso de paneles y madera plástica.