Estamos próximos a la época de lluvia y es el momento preciso para empezar a elaborar planes de contingencia. Lo ideal para afrontar esta época es tomar todas las medidas necesarias, empezando por la colocación de protecciones colectivas (barandillas resistentes, redes horizontales y verticales, arneses de seguridad enganchados a línea de vida, etc.), que deben primar sobre la protección individual o personal, estas medidas de seguridad son exigidas por nuestra legislación.
Las protecciones colectivas pueden hacer que un trabajo en altura sea igual de seguro que trabajar en el suelo. Ahora, si llueve también se aumenta el riesgo de caída al mismo nivel o puede influir en la estabilidad de un talud, entonces se debe aumentar las medidas de seguridad, control y evaluación de riesgos.
En cuanto a equipos de protección personal que los trabajadores deben usar durante la lluvia para evitar la incomodidad de sus efectos, encontramos: ponchos de agua o encauchados, botas de caucho con punta de acero, casco, guantes antideslizantes. La impermeabilidad al agua es la propiedad más importante.
Salvo en caso de riesgo eléctrico, o en caso de fenómenos de lluvia extrema donde es evidente el riesgo, el mojarse no es considerado una condición de riesgo grave e inminente que justifique una paralización de la obra. Sin embargo, estas condiciones pueden actuar de forma directa sobre los propios trabajadores o sobre las condiciones de los puestos de trabajo en los que éstos se encuentren por lo que se recomienda, dentro de lo posible, que mientras está lloviendo, el personal realice otra actividad donde no esté expuesto a la lluvia hasta que esta pase.
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