La hiperactividad infantil es un trastorno de conducta de origen neurológico y suele afectar más a los niños que a las niñas.
Los infantes, si bien poseen una inteligencia normal, llevan consigo un marcado “déficit de atención”, por lo que no pueden quedarse tranquilos o en un mismo lugar entre 10 ó 15 minutos, como generalmente lo hacen niños sin este trastorno.
Síntomas que presentan
- Son muy distraídos y no escuchan cuando se les habla.
- Tienen dificultades para esperar su turno cuando participan en actividades con otros niños.
- Quieren cambiar de juegos a cada rato. Se aburren con facilidad.
- Es muy común que no obedezcan las órdenes o que no hagan las tareas que se les pide.
- La mayoría de niños hiperactivos tienen dificultades de aprendizaje y tienen bajo rendimiento escolar. Tienen problemas para escribir o dibujar, y tienen dificultad para memorizar.
- Actúan de forma inmediata, sin pensa en las consecuencias; están inquietos con las manos y los pies. Siempre están en continuo movimiento.
Consejos
Es muy importante cuidar el entorno del pequeño, así como el modo de tratarlo, ya que los síntomas de la hiperactividad pueden agravarse si se vive en condiciones ambientales adversas.Por ello es importante:
- Una mayor cooperación entre educadores y padres, trabajando conjuntamente con especialistas.
- Saber cuál es el comportamiento normal de un niño, según su edad. No se puede pretender que un niño se comporte perfectamente en situaciones creadas para adultos o jovencitos, como ir de compras o comer en un restaurante.
- Si los padres establecen normas, es muy importante que sean explícitas, es decir que el niño sepa exactamente qué es lo que se espera de él.
- Los castigos, de haberlos, deben tener una duración limitada. No es útil prolongarlos porque pueden acrecentar su ansiedad.
- Conseguir pequeñas metas. Es más razonable ir con ellos paso a paso y valorar sus pequeños avances.
