Maestro contratista enfocado en el trabajo libre de riesgos.
No solo exige a su equipo de trabajo eficiencia, sino que tengan conciencia del buen uso del equipo de protección personal que se les entrega en obra.
“Tengo 48 años de edad, 29 de los cuales he dedicado al sector de la construcción, llegando a ser actualmente contratista. Durante estos años he sentido una gran preocupación en el tema de la seguridad en obras y de cómo son los obreros los que en muchos casos provocan los accidentes”, opina el maestro contratista Ramón Luis Moposita, en una entrevista que mantuvo con El Oficial.
A Ramón, de origen ambateño, lo conocimos en Pelileo durante la construcción del Mercado Argentina. Los constructores encargados de este importante proyecto confiaron en su trabajo y, sobre todo, en el don de mando que posee.
Aunque se considera “un obrero más”, cree que algo que lo diferencia de sus compañeros es su responsabilidad al laborar, respetando y haciendo respetar las normas y medidas de prevención de riesgos.
A su criterio “toda persona que trabaje en la construcción debe tener claro que no respetar las medidas de seguridad es un riesgo latente para todos. Al contrario, si las normas las tiene presente, tendrá al final de cada jornada la seguridad de que regresará a su hogar y al calor de su familias”. Moposita, antes de retomar sus labores, compartió una reflexión que puede servir de consejo de seguridad a cualquier obrero del país. “Nada cuesta ponerse un chaleco, botas adecuadas, guantes y casco al momento de trabajar. Lo que si es inconsciente, es causar dolor y problemas económicos a su familia, al no tomarse unos minutos en colocarse estos escudos de protección llamados implementos de seguridad”.
