Una excelente relación en familia nace buena comunicación y divertirse es parte de ella.
Amiga, debes ser consciente que las largas jornadas laborales que a diario realizas en el trabajo te distancian de tu hogar y de los encuentros con tus hijos. Es preciso que sepas que debes aprovechar la hora de la comida y el fin de semana para fortalecer los lazos familiares.
Existen varias opciones como jugar juntos, planificar un paseo familiar o sencillamente mantener una conversación amena, ayudan a fortalecer los lazos afectivos entre padres e hijos.
Calidad vs cantidad
Al hablar de este tema, resulta inevitable establecer una diferencia entre calidad y cantidad de tiempo. La recomendación para los padres es darles un tiempo de calidad a sus hijos, espacio que no necesariamente representa muchas horas en el día sino momentos de una cercanía estrecha entre ambos.
En época de clases en que los niños y sus padres se ven por la noche luego de sus jornadas diarias es recomendable reunirse para la comida de la noche y aprovechar ese pequeño instante para enterarse de las actividades que sus hijos realizan en ausencia de sus progenitores. Es en ese tiempo en que la familia puede compartir experiencias vividas durante el día. No obstante, debes saber que pasar tiempo con los hijos no es mirar la televisión junto a ellos, se tiene que hacer algo donde el padre pueda comunicarse, que puedan tener una conversación cotidiana y de la temática que le interesa al niño.
Acercamiento familiar
La etapa más importante de acercamiento familiar se da desde la primera hasta la tercera infancia, es decir hasta los 12 años. En la adolescencia hay una crisis de valores, los chicos no desean andar con sus padres. En el periodo de reencuentro, que es en la juventud, los chicos quieren compartir con ellos siempre y cuando exista un canal abierto desde su infancia.
Una buena oportunidad para intercambiar experiencias con los hijos se da a través de los juegos de inteligencia: armar un rompecabezas o participar juntos en juegos de conocimientos, por más sencillos que parezcan, pero esto sin duda alguna ayuda al fortalecimiento de los lazos afectivos. Debemos dejar de lado el temor al rechazo al acercarnos a nuestros hijos.
Los fines de semana los puedes dedicar a la práctica de un deporte que sea elegido por el niño. El amor radica en los sacrificios que la persona haga hacia con su prójimo. Es así que, si un viernes te gusta irte de farra con tus amigas del colegio, universidad o trabajo y al siguiente día te la pasas metida en la cama porque el chuchaqui es demasiado fuerte, mejor sacrifica ese espacio de entretenimiento con tus conocidas y, al menos uno o dos viernes de cada mes, llega temprano a tu hogar, de esa manera podrás destinar el fin de semana completo a unirte más a tu familia. La diversión está en casa también, no solamente con los amigos.
Puedes optar también por una jornada artística como el baile, la música, entre otras. Mientras que hacer las tareas de la casa juntos puede ayudar a crear un ambiente de cercanía entre la familia.
La actividad física promueve en los niños el desarrollo de habilidades sociales y valores como el respeto, la tolerancia, solidaridad.
Los paseos familiares dan mayor apertura afectiva y de comunicación. Lo que más recuerda el niño a lo largo de su vida son las experiencias vividas con sus padres en la infancia.
Psic. Samuel Merlano
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