La Ciencia Pránica, con mucha actualidad, a más de sanar enfermedades humanas, también trata las enfermedades en viviendas, edificios, negocios, oficinas; con energías poderosísimas más conocidas como fotones cuánticos, canalizadas por un sanador.
Toda vivienda es un receptáculo energético por su geometría, disposición, proporción, orientación, emplazamiento, ubicación y componentes: revestimientos, colores, texturas. Es un receptáculo de las energías que fluyen a través de nuestro planeta como sucede en nuestro organismo, en donde unas energías son de generación, otras de limpieza, de asimilación, de excreción, de actividad, de creación y otras de introspección.
Un ejemplo claro de ello son las pirámides y la conocida energía de conservación generada en su baricentro, donde los cuerpos momificados de grandes adeptos, han perdurado por siglos.
Si una edificación está enferma, enferma a sus usuarios. Ellos lo saben y así lo sienten. Dicha enfermedad es energética. Para armonizarlo y potenciarlo, las correcciones también han de ser energéticas.
Cuando una vivienda está abierta a energías dañinas, los usuarios por ósmosis también lo están. Cuando una vivienda está sana o abierta a energías beneficiosas, los usuarios tienen un verdadero templo de sanación.
El “Feng Shui Pránico” armoniza dichas energías utilizando el “prana” o “maná” o “chi” o “Cristo” activo en cada elemento, al potenciar aquellas vibraciones beneficiosas y bloquear aquellas dañinas sin manipular físicamente al individuo o a la edificación.
Así de sencillo… así de fácil.