Son múltiples las empresas familiares que no han sido capaces de sortear con éxito su condición familiar y sólo una pequeña fracción logra crecer de manera sostenida en el tiempo.
La alta tasa de falla de compañías familiares es preocupante, porque representan del orden del 80% de las empresas y son principal fuente de empleo a nivel mundial. Y no se trata sólo de empresas pequeñas y medianas sino también de grandes. En efecto, un 40% de las empresas en Francia y Alemania son empresas grandes.
De acuerdo a la Tercera Encuesta Longitudinal de Empresa realizada en Chile, una de cada dos empresas es de propiedad familiar en Chile. El 50% está en manos de un grupo familiar, mientras que en las empresas grandes alcanza a un 41,3% que pertenece a la propiedad familiar. En el caso de las pymes es un 49,6% y en las microempresas un 50,1% son familiares. Entre los sectores destacan la industria del comercio, de la manufactura, del agro-silvicultura y de la hotelera.
¿Cuáles son los errores más frecuentes?
Los errores clásicos que se deben evitar en estas organizaciones son: confundir propiedad con capacidad de dirigir y gobernar, confundir relaciones de afecto (familia) con relaciones contractuales (empresas), no seguir las reglas del mercado en rentas de trabajo y del capital, retrasar la sucesión y creerse inmunizado.
Un caso típico es cuando los propietarios tienen diferencias respecto a la posibilidad de efectuar más retiros de la empresa versus la de dejar más recursos dentro de ésta para privilegiar su desarrollo. Incluso a veces la disyuntiva es más seria porque en el fondo algunos miembros de la familia quieren permanecer como dueños y desarrollar la empresa, y otros quieren vender su participación para poder disponer de su patrimonio familiar libremente.
Una de las claves para enfrentar estas problemáticas es definir cuáles serán las reglas y lineamientos que regirán en estas organizaciones. Es sumamente importante fijar y establecer reglas claras antes de que los problemas ocurran. No vale mucho definir normas cuando el clima laboral se encuentra agitado.
No olvides: Es esencial comprender la dinámica de las empresas familiares, cómo abordar las decisiones estratégicas, las relaciones empresa-familia, prácticas de gobierno, estilos de liderazgo y resolución de conflictos, evolución y los temas de sucesión. También hay que entender los desafíos que enfrentan respecto a su crecimiento y tiempo de vida en el mercado.