Cuando se plantea remodelar un proyecto, es indispensable considerar dos puntos fundamentales:
1.- Si la remodelación va a implicar un cambio en la actividad de la edificación.
2.- Si la remodelación va a implicar solo cambio de imagen conservando la misma actividad.
A partir de aquello, para el primer caso es imprescindible consultar al departamento de control de construcciones y uso de suelo de la Municipalidad del cantón la factibilidad del cambio de actividad de la edificación en cuestión, ya que el plan urbano está normado por zonas y estas clasificadas por actividades específicas para cada caso, por mencionar algunas: zonas residenciales, zonas industriales, zonas comerciales etc.
Para el segundo caso y considerando que se mantiene la misma actividad, cuyo proyecto solo implica remodelar ambientes, mejorar acabados, reubicar áreas internas, no es necesario recurrir a permisos municipales, pero si esta remodelación implica cambio de fachadas y/o ampliación de la edificación es necesario solicitar permiso de construcción a la Municipalidad del cantón y previamente consultar las normas de edificación del solar.
Una vez verificada la factibilidad de la remodelación del proyecto se procede a la elaboración de planos arquitectónicos, estructurales, sanitarios y eléctricos según sea el caso, para lo cual previamente se realizará un levantamiento topográfico de la edificación existente, para posteriormente solicitar los permisos correspondientes y poder dar inicio a la ejecución de los trabajos de remodelación.
Es recomendable realizarlo con profesionales que además de los planos presenten un presupuesto de la parte técnica que les corresponde, acompañado con una programación de ejecución de obra y flujo de caja según avances de obra.