Nombre del personaje: Clemente Quispe Quispe
Esposo, padre, abuelo y también albañil, son las facetas de éste humilde hombre que ha encontrado su alegría en el arduo trabajo y en el amor que su familia siente hacia él.
Lograr la felicidad es el anhelo más profundo del ser humano: alcanzar todas las satisfacciones, eliminar todas las carencias, disfrutar de perfecta salud, ser acogido y amado por todos, gozar de una paz interior inalterable, contar con todas las seguridades… es lo que todos anhelamos.
Pero la felicidad es esquiva, inalcanzable a plenitud en el ámbito meramente humano. Se dice que un gran filósofo, dueño de un precioso jardín, escribió sobre la pared exterior, en caracteres gigantes, esta insólita oferta: “Regalo este jardín a quien demuestre ser completamente feliz”. Al cabo de mucho tiempo se presentó un afortunado aspirante con el inventario de todos los bienes y la lista de todas las motivaciones que tenía para sentirse completamente feliz y acreedor del regalo que se le ofrecía, pero el filósofo le respondió: “si fueras completamente feliz, no estarías deseando mi jardín”, y es que de hecho los bienes materiales no lo son todo en la vida.
Clemente Quispe Quispe, albañil oriundo de la ciudad de Salcedo, provincia de Cotopaxi, es un vivo ejemplo de que el dinero no compra ni te permite alcanzar la tan ansiada felicidad, a la que a su modo de ver, solo se la puede merecer si en realidad uno como persona se siente útil, valorado por los demás y amado por sus familiares.
La felicidad no se compra, se construye
Como padre, Clemente, desde chicos enseñó a sus hijos que el trabajo honrado e ir siempre por el buen camino, son la base en la que se va construyendo la felicidad, la cual como él asegura “no se compra”, sino que hay que ganarla. Y ¿qué se debe hacer para merecer ser felices? Fue lo que le preguntamos al albañil, y su sincera respuesta fue: “Quien hace el bien recibe el bien y si uno es bueno la felicidad llega por sí sola, ya sea en el trabajo o en el hogar, el sentirnos realmente felices depende de nuestros actos y de Dios, quien nunca nos desampara a pesar de todo y es quien en los momentos difíciles nos da fuerzas para no rendirnos”.
Sentirse bendecido
Quispe, también comentó que hay que sentirse agradecido hacia Dios por las bendiciones que nos da cada día, porque según su parecer, el estar vivo, con buena salud, tener una familia que pese a las dificultades sigue hacia delante y poder trabajar con jefes que valoran nuestra labor, es estar bendecidos y desde luego eso ayuda a sentirnos contentos.
Consejo de un padre
“A mis compañeros albañiles y demás hombres que trabajan en la construcción, les aconsejo no pensar que el dinero es todo en la vida… el dinero no compra ni comprará la felicidad y es por ello que deben buscar la felicidad en los pequeños detalles, en el trabajo, en la familia y en Dios, solo así sentirán verdadero gozo en sus corazones”, es el consejo con el que Clemente Quispe Quispe, albañil de Salcedo, culmina su entrevista con El Oficial.
