Es importante tener la información adecuada para cuando llegue el momento de conversar sobre las inquietudes sexuales con los hijos. Dialogar con naturalidad, sin mentir y sin inventar historias como la de la cigüeña, ayudará a que no se sorprendan cuando escuchen a sus amigos hablar del tema.
Si nosotros les transmitimos a los niños la sexualidad como algo negativo, incluso con el comportamiento no verbal, les estamos diciendo que el sexo es malo. A continuación, les daremos algunas pautas de cómo hablar de sexualidad con sus hijos dependiendo de la edad que tengan:
Primera infancia (0 – 2 años)
Conductas habituales:
- Descubrimiento y exploración de su cuerpo y sus genitales.
- Placer al estar desnudos.
Formas de abordar:
- Usar lenguaje sencillo y exacto para nombrar partes del cuerpo.
- Permitirles estar desnudos reconociendo su cuerpo.
Infancia temprana (2 – 5 años)
Conductas habituales:
- Interés por el cuerpo de los otros. Curiosidad por los senos de la madre o el pene del padre.
- Dudas sobre reproducción humana.
Formas de abordar:
- Responder sin escandalizarse y con lenguaje sencillo, sin dar detalles innecesarios.
- Aclarar las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres más allá de la genitalidad.
- Reaccionar con naturalidad ante la auto-exploración de sus cuerpos y mostrar el sentido de la privacidad de sus órganos sexuales.
Infancia intermedia (5 – 8 años)
Conductas habituales:
- Compartir descripciones sobre la reproducción humana.
- Curiosidad sexual entre pares del mismo o distinto sexo.
- Masturbación ocasional.
Formas de abordar:
- Explicar a los niños los conceptos básicos de reproducción. Partiendo por chequear qué es lo que los niños entienden o qué es lo que han conversado con sus amigos.
- Dejar abierta la posibilidad de que los niños planteen sus dudas.
Segunda infancia (9 – 12 años)
Conductas habituales:
- Masturbación: cambia la naturaleza (sentido de placer más que de relajación) y la frecuencia.
- Preocupación por la apariencia física, a veces, excesiva. De ser exagerada se debe tener mucha precaución de no caer en trastornos alimenticios como la anorexia y/o bulimia.
- Interés por el sexo opuesto.
Formas de abordar:
- Clarificar y anticiparles los cambios asociados a la pubertad.
- Es importante enfatizar en el carácter amoroso de las relaciones con el sexo opuesto y en el sentido afectivo de las aproximaciones físicas.