El cuerpo está formado en más de un 65% del peso corporal total, por agua, la que se denomina agua corporal total. El agua es más importante para sobrevivir que los alimentos, si se considera que se puede resistir sin comida sólida durante semanas, lo que no ocurre con la ausencia de agua. La importancia de su consumo reside en que ésta transporta los nutrientes a las células; ayuda a la digestión formando secreciones estomacales; elimina los residuos; mantiene los riñones sanos y aporta una hidratación constante a la piel, ojos, boca y nariz; lubrica las articulaciones; regula la temperatura corporal y el metabolismo.
Consumir suficiente agua puede mejorar enfermedades como diabetes, hipoglucemia, artritis, sequedad cutánea y obesidad. Los riñones son los órganos que ayudan al cuerpo a eliminar residuos y necesitan suficiente agua para hacer su trabajo de “depuradores de deshechos”.
Un adulto pierde unos 2/4 de su volumen total de agua al día, lo que equivale a 10 tazas. Por eso, se recomiendan beber de 8 a 10 vasos al día.
CONSEJOS
– Beber un vaso al levantarse: rehidrata el cuerpo, y tanto el organismo como la piel lo agradecerán.
– Contar con una botella o vaso en el lugar de trabajo para beber constantemente durante la jornada.
– Beber un vaso de agua antes de hacer ejercicios. Mientras se ejercita el cuerpo, se debe tomar un sorbo cada 15 o 20 minutos. También hay que hacerlo al terminar.
– Evitar las bebidas de cafeína o alcohol, pues tienen un efecto deshidratante y en ningún caso sustituyen o complementan la ingesta
de agua.
